Los chicos del Euskaltel Euskadi se han concentrado en Calpe para preparar un año lleno de retos. Su objetivo es estar a tope en todas las carreras, sobre todo en las de casa. Y demostrar su nivel para ganarse la invitación a la Vuelta España.
Motivación no les falta, la marea naranja les empuja en todo momento: “pasar por un pasillo de gente animándote te tiene que quitar el dolor de piernas de golpe”. Esto y mucho más nos han contado durante la concentración en la que han disfrutado de lo que más les gusta hacer.
Durante estos días de convivencia el equipo ha entrenado duro, han comprobado el estado actual, resuelto dudas y hasta han sacado tiempo para seguir su serie favorita.
Así es un día en la concentración del Euskaltel Euskadi.
8:00 h
Los ciclistas cogen fuerzas en el desayuno para afrontar el día. Y lo hacen en mesas de grupos muy reducidos en una zona del comedor reservada solo para ellos.
Y es que organizar una concentración en época de COVID es más complicado. Limpieza continua de manos, guantes para coger la comida... protegidos en todo momento gracias al protocolo de seguridad que incluye pruebas PCR o antígenos a todos los miembros del equipo para poder entrar al hotel.
10:00 h
Empiezan los entrenamientos hasta las 15:00 h aproximadamente. Jorge Azanza, director deportivo del Euskaltel Euskadi, les divide en dos grupos para hacer entrenamientos más específicos: grupo de sprinters y grupo de escaladores.
15:00 h
Tiempo para la comida. El hotel les permite comer hasta las 17:00 h y aprovechan esas horas para descansar. Algunos prefieren dormir la siesta, otros se dedican a ver carreras ciclistas o la serie a la que están enganchados. Nos han soplado que entre las filas del equipo triunfa “Peaky Blinders”.
Eso sí, reconocen que en una concentración hay menos tiempo del que se puede esperar.
20:30 h
Cena y tiempo libre. Los chicos suelen quedarse a charlar de lo que ha dado de sí la jornada, intercambiar impresiones y compartir su ilusión: “Sabemos que estamos en un equipo especial y eso es por la gente que tenemos detrás; eso es lo que realmente hace especial al proyecto”.
Atrás queda un año difícil para todos, como nos cuenta Jorge Azanza: “Empezó con la vuelta de Euskaltel al centro de nuestro maillot pero no pudimos devolverle la confianza que depositaron porque apenas pudimos competir. Aun así, el equipo dio la cara en todas las carreras que disputó y asentó las bases para que este año sea mejor”.
Claro que sí, este es el año del Euskaltel Euskadi. ¡Juntos somos más fuertes!