Los días 11 y 12 prepárate porque vamos a vivir el mejor rugby del continente… ¡al lado de casa!
Igual no te has dado cuenta de las fechas, pero Bilbao y Getxo acogen este fin de semana las finales de la Champions Cup, la Challenge Cup y la Continental Shield, las tres mejores competiciones de clubes de toda Europa. Esperamos que vengan cerca de 100.000 aficionados de Francia, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Rusia y Alemania a poner color y ambiente en nuestras calles.
Si quieres disfrutar de estas finales de una forma única, puedes participar en nuestro sorteo de cinco entradas dobles para ver el partido del viernes. Pero, sobre todo, prepárate para explorar la ciudad y vivir este acontecimiento deportivo con toda la intensidad que puedas imaginar. Durante los días de competición descubrirás cómo una de nuestras bandas favoritas, The Groovies, pasea su Fun-Rock-Soul en directo desde un camión-escenario por el centro de la ciudad, de la mano de Bilbao Centro. Además, podrás empaparte de rugby en cualquiera de las fun zones que estarán instaladas por la ciudad, desde San Mamés hasta el Arenal, pasando por el Parque de Doña Casilda. Te acompañaremos en todo momento y, por supuesto, estaremos en la final de la Continental Shield colaborando con Getxo Kirolak.
¿Te has repuesto ya del mareo? Pues date prisa, porque queda muy poco tiempo y hay algunas cosas que debes saber para disfrutar a tope del fin de semana sin perderte nada.
Para contárnoslas hemos juntado a cuatro expertos que nos han dado una lección magistral sobre este deporte. Los cuatro han jugado a rugby hace más o menos tiempo ? y conocen mejor que nadie cómo está este deporte en Euskadi y cómo le afectarán las finales europeas.
¿Quieres conocerles? Son Iker de Irala, ex jugador y directivo del Universitario Bilbao Rugby; Ignacio Mújica, Unai Zaldunbide, Nagore Rueda y Orzuri Aresti, que tiene un hijo que ha continuado con su afición.
Los cinco están convencidos de que las finales europeas de Bilbao y Getxo van a ser “un punto y aparte” en la “visibilidad” y la afición que tiene este deporte en Euskadi. Iker, directivo del Universitario Bilbao Rugby, cree que los clubes, como el suyo, tienen que aprovechar estas finales para intentar crecer, al igual que han hecho en Gipuzkoa, donde en más de una ocasión han acogido partidos de una de las competiciones más reconocidas del mundo, la liga francesa TOP14. Pero tampoco se quieren dejar llevar por la euforia, porque saben que en Euskadi todavía hay otros deportes por encima del rugby y queda un largo camino por recorrer. Así que… ¿por dónde empezamos?
No parece que las diferencias respecto a otros deportes sea un problema de afición. Ignacio asegura que la mayoría de las entradas para las finales que se han puesto a la venta las ha comprado gente de aquí y del resto del Estado.
Por eso Ignacio e Iker creen que faltan recursos, patrocinios e infraestructuras. En Bilbao solo hay un campo de rugby, y aunque su club, que tiene dos equipos por categoría, quisiera crecer, no podría hacerlo porque el campo no daría abasto. A eso se le suma que el rugby en Euskadi casi no se imparte como deporte extraescolar en las ikastolas, y según Orzuri y Nagore, esto impide que los más txikis puedan iniciarse en este deporte. Y es una pena, porque, según Ignacio, no hay niño o niña que pruebe el rugby y que no le guste. Es un deporte en el que cualquiera tiene cabida, y en el que no importan ni sus características ni sus aptitudes físicas o psíquicas. Nagore lo resume muy bien: “En muchos otros deportes, vales o no vales; en el rugby da igual que corras o no, que seas más alto o más bajo porque siempre hay un puesto para ti”.
Y es verdad. Sus cuatro compis coinciden en que este deporte acepta a “chavales con perfiles de todo tipo”: la persona más ancha hace mejor los placajes; la más alta es perfecta para coger el balón, la más pequeñita se encarga de ponerlo en la melé; la más rápida es la que intenta marcar… Todo el equipo tiene un hueco y una función.
Y después viene el “tercer tiempo”… ¿no te suena? ¡Ay ama! Pues no creas que es una prórroga del partido o una reflexión conjunta en el vestuario, no: es una fiesta, una de las tradiciones más reconocidas del deporte oval. Como te lo contamos. Este deporte tiene tan desarrollados los valores de deportividad, fair play y compañerismo que después de cada partido se juntan los dos equipos y comen o meriendan juntos. “Es como una familia, da igual que seas de un equipo o de otro”.
Y este ambiente no solo se da entre los jugadores, sino también en la grada. Los seguidores de los diferentes equipos se hermanan entre ellos y comparten la fiesta y el buen rollo fuera del campo. Iker asegura que los aficionados al rugby son “muy pacíficos” y hacen suyos los valores que lo hacen grande en cada partido. Y la mejor muestra de ello es que siempre comparten Fun Zone y disfrutan juntos de la fiesta del deporte, como ocurrirá este fin de semana en la explanada de San Mamés. Así es el rugby.
¡Ah! Y para los que no sepáis cómo se juega pero queráis vivir la fiesta del rugby, nuestros cuatro comentaristas nos explican unas reglas básicas:
- El balón se pasa hacia atrás, “como los cangrejos”. A ver, no flipes: solo puedes avanzar si llevas el balón en brazos, y si lo pasas a alguna compañera ésta debe estar detrás de ti. Si se te cae el balón hacia delante se para el juego y se hace una melé.
- Gana quien marca más puntos, y para eso hay que conseguir ensayos, que valen 5 puntos cada uno y que se obtienen posando el balón tras la línea de marca con las manos.
- Cada ensayo añade una oportunidad de transformación: se coloca el balón en el suelo, se le pega un puntapié y el balón debe pasar por la H. Si se transforma, 2 puntos más.
- A las faltas de toda la vida se les llama golpes de castigo. Tras el golpe, el equipo que tiene la posesión puede decidir entre patear a la H para conseguir 3 puntos, hacer una melé, chutar a banda para ganar metros y disputar una touche o directamente jugar a la mano…
Pues ya lo tienes todo para disfrutar a tope de este deporte genial. ¡Nos vemos en las finales!