Pocas fiestas son tan internacionales, populares y multitudinarias como el San Fermín. Del 6 al 14 de julio, Pamplona es una gran marea humana ataviada de rojo y blanco que rebosa ganas de pasárselo bien. No faltan el chupinazo, el Riau-Riau ni, por supuesto, sus famosos encierros.
El San Fermín es Fiesta de Interés Turístico Internacional y figura entre las siete fiestas con más fama mundial.
Pamplonicas y visitantes abarrotan locales, plazas y prácticamente cada rincón de la ciudad.
Porque el San Fermín es una fiesta que se vive y se disfruta en la calle.
En ese toque festivo tan popular y participativo juegan un papel muy importante las asociaciones de vecinos, las sociedades gastronómicas o las peñas, que se reúnen en todo tipo de locales para comer, beber y disfrutar a lo grande del San Fermín.
Antes de seguir, vamos a aclarar una de las confusiones más habituales: no, San Fermín no es el patrón de Pamplona; es copatrón de Navarra, junto con San Francisco Javier, pero el patrón de Pamplona es San Saturnino.
Entonces, ¿por qué lleva su nombre esta multitudinaria fiesta?
¿Quién es San Fermín? Origen de las Fiestas de San Fermín
Para encontrar el origen de San Fermín debemos irnos a la Pamplona medieval, en concreto al siglo XII. A esa época pertenece el santo católico que da nombre a las fiestas.
San Fermín fue el primer obispo de Pamplona y la razón de una celebración en su nombre es muy poco festiva: conmemorar su martirio en la ciudad francesa de Amiens.
Fue otro obispo, Pedro de Artajona, quién trasladó la reliquia de San Fermín hasta la ciudad navarra y allí comienza una devoción que, en ese momento, se celebraba el día 10 de octubre y prácticamente no trascendía del ámbito religioso: con sus Vísperas, Procesión, Octava y «comida de los pobres».
Por otro lado, y ya un tiempo después, en torno al siglo XIV, Pamplona era también lugar habitual de feria y mercados de ganado y corridas de toros.
Buscando la mejor fecha del año para celebrar unas cosas y otras, todas las celebraciones terminaron coincidiendo en julio.
Así, con esta curiosa mezcla de temáticas y tradiciones, tuvieron lugar en julio de 1591 los primeros Sanfermines.
Actividades del San Fermín
De la faceta religiosa, a día de hoy solo se conserva la gran procesión que recorre el casco histórico de Pamplona el día 7 de julio en honor a San Fermín.
Poco a poco, han ido ganando terreno otras actividades y tradiciones que han convertido los Sanfermines en toda una referencia fiestera que arranca con el chupinazo, alcanza su máximo apogeo con los encierros y termina el día 15 de julio a las 00:00 horas entonando el «Pobre de mí…».
El chupinazo de San Fermín
El San Fermín arranca a las 12 del mediodía del 6 de julio con el lanzamiento del tradicional chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento.
Este chupinazo existe desde principios del siglo XX, aunque por aquel entonces era más práctico y menos ceremonial.
Desde aquel primer chupinazo realizado por el estanquero de la Calle Mayor Txupin Etxepare en 1931, ser el responsable del chupinazo ha sido un honor al alza.
Ahora, recae de forma rotatoria en miembros de la corporación municipal, excepto en ocasiones especiales, como han sido el ascenso del Club Atlético Osasuna o el quinto centenario de la Comparsa de Gigantes.
Lo que no se toca es el grito oficial que acompaña el lanzamiento de este cohete de 1 metro y 20 centímetros: «Pamploneses, Pamplonesas, ¡Viva san Fermín! Gora san Fermin!»
Programa San Fermín 2023
Tras el chupinazo, comienza la fiesta. Nueva días de diversión y ambientazo con actividades para todos los gustos.
¿Qué es el Riau-Riau de San Fermín?
No forma parte del programa oficial, pero el «Riau-Riau» uno de los actos más populares del calendario oficioso del San Fermín.
Consiste en un «entorpecimiento» de las calles para impedir el acceso de la corporación municipal a la iglesia y su origen se remonta a 1914.
Simboliza la protesta hacia la autoridad, aunque hoy posee un carácter más lúdico y se ha convertido en un colorido desfile con bandas de música, gigantes y cabezudos que desfilan al son del vals «La Alegría por San Fermín», que compuso Miguel Astráin a mediados del siglo XIX.
Los encierros de San Fermín
Pero, sin duda, los grandes protagonistas del San Fermín son los encierros, puntuales cada día a las 08:00 horas de la mañana.
Un recorrido de más de 800 metros corriendo por calles del casco histórico de Pamplona, desde la cuesta de Santo Domingo hasta la plaza de toros, delante de seis toros (y seis mansos), los mismos que serán lidiados esa misma tarde en la corrida de toros.
Cada encierro dura entre cuatro y seis minutos. Aunque también hay encierros de récord, como el del día 11 de julio de 1886, que duró seis horas y media.
Para los encierros no hace falta inscribirse; puede participar cualquier persona mayor de 18 años, aunque siempre hay que ser conscientes de la exigencia física y de la peligrosidad que entraña el recorrido para evitar sustos y sorpresas innecesarios -;
Participantes o no en los encierros, Pamplona recibe cada a año a multitud de visitantes dispuestos a disfrutar de la fiesta. Entre ellos, personajes de gran fama que han contribuído a universalizar los Sanfermines.
El San Fermín en la literatura y en el cine
Hasta en nueve ocasiones se dice que acudió el escritor Ernest Hemingway a los Sanfermines de Pamplona, que luego inmortalizó en la novela . Y de ahí al cine de la mano de Henry King en la película homónima del año 1957.
Pero Hemingway no ha sido el único literato que ha disfrutado y contado al mundo las fiestas de San Fermín.
Antes, un novelista navarro, Félix Urabayen, ya los había llevado al papel en .
También lo hizo el ganador del premio Pulitzer James A. Michener, que dedica un capítulo de su obra a un encierro en Pamplona.
Ya más recientemente, los Sanfermines son fuente inagotable de inspiración para la novela negra, como en , de Alejandro Pedregosa, o, de José Carlos Sánchez; para las novelas de amor, como en , de Pedro Pastor; o para los del escritor pamplonés .
En cuanto a la gran pantalla, fue la película la primera en reproducir un encierro sanferminero en tiempo real.
La tradición del pañuelo rojo
Si vas a acercarte al San Fermín, no estaría de más que te vistieses acorde a la ocasión.
El atuendo típico sanferminero está compuesto por pantalón y camiseta blancos y pañuelo y fajín rojos.
Aunque es el pañuelo rojo el que suele tener más tirón. ¿De dónde viene esta tradición?
Hay diferentes teorías, desde la vinculación al rojo que llevan los sacerdotes en las ceremonias dedicadas a un mártir, como San Fermín, al Voto de las Cinco Llagas, en recuerdo a la erradicación de una peste que provocó la muerte de miles de pamploneses/as en el siglo XVI.
Por cierto, la tradición especifica que solo se lleva anudado al cuello en plenas fiestas. Es decir, antes del txupinazo y tras el «Pobre de mí», va en la muñeca, en el bolsillo o en la mano.
Pero no te preocupes, el próximo 6 de julio tendrás una nueva ocasión para sacar a relucir tu pañuelo rojo en las fiestas de San Fermín de Pamplona. «Viva San Fermín, Gora San Fermín».
Imagen: San Fermín Pamplona.