"Compliance" es un término inglés que se refiere a cumplimiento normativo. Engloba aquellos procedimientos y buenas prácticas establecidos por las empresas para identificar riesgos operativos y legales y establecer formas de prevención, gestión y respuesta.

El "Compliance” no es algo nuevo. Este concepto surgió en Estados Unidos ya en la década de los años 70 como reacción a casos de corrupción que amenazaban la libre competencia en el sector financiero.

En 1997, los miembros de la OCDE acordaron "la lucha contra la Corrupción de Agentes Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales e Internacionales".

En 2005, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, que es el organismo encargado a nivel mundial de la regulación prudencial de los bancos, se refirió al "Compliance" en sus estatutos y alertó de los riesgos de su incumplimiento por parte de las empresas.

Pero es ahora cuando se ha convertido en algo habitual en muchas empresas y la figura del Compliance Officer comienza a tener una presencia destacada.

Aspectos clave del compliance

El "Compliance" es una herramienta que permite cumplir preceptos legales y evitar problemas derivados del incumplimiento de una legislación nacional e internacional que es más completa, intensa y compleja que nunca y que, además, se actualiza continuamente.

Es, por lo tanto, un instrumento de carácter preventivo y sirve para evitar (o al menos minimizar) sanciones debidas a irregularidades o comportamientos inadecuados que comprometan a la compañía.

De manera general y práctica, el "Compliance" empresarial tiene como objetivo reducir el riesgo de la comisión de delitos mediante la puesta en marcha de diversas medidas y estrategias.

La empresa se juega mucho en ello porque, entre las sanciones impuestas, no solo están las económicas, sino también la posible prohibición para ejecutar o realizar determinadas actividades e incluso la inhabilitación para obtener subvenciones y optar a contratos públicos.

Es importante destacar que, además, los clientes son cada vez más exigentes respecto a cómo se comportan las empresas en cuestiones de ética y buena conducta.

Compliance en la legislación española

El "Compliance" aparece reflejado en el Código Penal español desde el año 2010; en concreto, en el Título II (de las personas criminalmente responsables de los delitos), artículo 31 bis 1, donde se habla de las responsabilidades penales a las que están sometidas las personas jurídicas.

También tenemos la ISO 37301, un estándar internacional con consejos y directrices para implantar sistemas de gestión de "Compliance" en las empresas.

Unas y otras nos guían en una correcta aplicación del "Compliance" empresarial.

Cómo llevar el Compliance a la empresa

De entrada, partimos de dos áreas de actuación básicas: el que afecta a la normativa externa en vigor y su cumplimiento y, por otro lado, la faceta interna de cada organización, con normas que definen códigos de conducta y formas de actuar propias de la empresa.

En cualquier caso, la aplicación del compliance afecta a todos los departamentos y áreas de la empresa, sea cual sea su tamaño o actividad.

Estos son algunos de los aspectos principales que debéis tener en cuenta para una eficaz utilización del "Compliance" en vuestra empresa:

  • A nivel interno, debe servir para identificar, analizar y evaluar potenciales riesgos penales. Hay que definir procedimientos que sirvan para conocer aquellas conductas que puedan considerarse delictivas.

  • Contar con medidas para resolver dudas e incidentes y, si hay incumplimientos, ejecutar acciones disciplinarias.

  • Dotarse de los recursos humanos, económicos y técnicos necesarios para llevar a la práctica los objetivos establecidos.

  • Aplicar las normas "Compliance" en políticas de contratación y promoción de la empresa.

  • Designar claramente qué departamento o persona se encargará de supervisar y gestionar el cumplimiento de la norma. En muchos casos, también realizará funciones de asesoramiento.

  • Informar a todo el personal de la empresa sobre la estrategia de "Compliance". Resulta fundamental la concienciación y el compromiso de todos para un eficaz cumplimiento real.

Mediante el "Compliance", cuestiones como la ética, el respeto, la integridad, la responsabilidad y la profesionalidad se recogen en una cultura empresarial que repercute en un mejor ambiente laboral, una mayor eficiencia y un cumplimiento normativo.

Si quieres saber más sobre nuestras soluciones tecnológicas para empresas, suscríbete a nuestro boletín o contacta con tu asesor personal o con nuestro equipo del área comercial empresas a través del siguiente formulario. Y para estar al día de las últimas noticias síguenos en LinkedIn.