El martes 31 de octubre es una noche de miedo... Y en Euskadi ya asustábamos a la gente hace muchos años tallando ojos y bocas a las calabazas y poniéndoles fuego dentro. Te contamos más sobre el origen, la historia y las tradiciones del Halloween vasco, nuestra Gau Beltza.

Origen de Gau Beltza

El origen de lo que hoy conocemos como Halloween es muy antiguo.

Los datos apuntan a un festival pagano llamado "Samhain" que celebraban las tribus celtas ya en el siglo XIII a.C. en Irlanda. Con él festejaban el final de la cosecha, el inicio de la época de fríos y el comienzo de un nuevo año en su calendario.

Además, pensaban que esa noche se abría la puerta que separaba el mundo de los vivos y el de los muertos, así que los fantasmas de los difuntos vagaban libremente por ahí. Y, tanto para evitar encontronazos no deseados como para mostrar el camino a las almas de los muertos, los celtas iluminaban sus pueblos y sus casas a base de carbón dentro de nabos que ejercían de linternas.

En la misma fecha, celebraban también el nacimiento de sus dioses, por lo que los/as niños/as se dedicaban a recoger ofrendas para que los druidas preparasen un ritual sagrado. Por aquel entonces no había caramelos, pero seguro que conseguían más de un manjar apetecible de la época.

Historia de Gau Beltza en Euskadi

Gau Beltza en Euskadi
Fuente: Birasuegi, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

¿Y cómo llegó a Euskal Herria esta tradición? Se cree que de la mano de pueblos celtas que se establecieron en la zona de Araba y Nafarroa y después se desplazaron a los castros ubicados en las zonas altas de Gipuzkoa y Bizkaia.

Así que cuando creíamos que la costumbre de las calabazas y las velas era genuinamente americana, los estudios nos dicen que en Euskadi ya existía esta tradición mucho antes.

Los ritos paganos con nabos, calabazas, velas y ofrendas se fueron popularizando, de maneras diferentes, por diferentes localidades de Euskadi con el nombre de Gau Beltza, que significa "Noche negra", y, en ocasiones, también como Arimen Gaua, que traducimos por "Noche de las almas".

Año tras año, se fue extendiendo gracias a las tradición popular y, más tarde, a la religión católica.

Con la llegada de los romanos y de la Iglesia católica, se cristianizó esta costumbre de forma oficial y, en el año 835, el papa Gregorio IV trasladó de mayo a noviembre el día de "Todos los Santos".

Asentada en otoño, la celebración de Gau Beltza consolidó sus ritos y tradiciones, de manera más arraigada en los entornos rurales.

Tradición de Gau Beltza en Euskadi

Calabazas talladas, velas encendidas, historias de terror en la oscuridad, hogueras, petición de alimentos por las casas. Niños/as y mayores vivían, y ahora reviven, la Gau Beltza en Euskadi.

Una de las costumbres más extendidas de Gau Beltza es la de colocar una calabaza con una vela encendida en su interior en las torres de los campanarios de las iglesias de los pueblos.

En muchos lugares, tampoco falta la comida. Por ejemplo, a orillas del río Deba, la noche incluía festín de castañas asadas, al igual que en el valle de Artzibar y en localidades como Arrasate.

Otra versión de Gau Beltza es la de Mutriku, donde a principios del siglo XIII se ponían calabazas en los portales de las casas mientras los/as vecinos/as entonaban una canción contra su enterrador, Xestero: "Xesteron kontra, animen alde…" Esta celebración tenía nombre propio, "Gaba Beltza", y está intentando recuperarse en los últimos años, llenando las calles de la localidad de antorchas, disfraces y calabazas cada noche del 31 de octubre.

Porque Gau Beltza perdió fuelle en Euskadi a mediados del siglo XX, pero no nos hemos olvidado de ella y, a día de hoy, diversas localidades están recuperando esta ancestral tradición.

Gau Beltza en la actualidad

En Errenteria, Gau Beltza revive actualmente con la Ruta de la Calabaza, entre zancos, música y danza, mientras las casas se adornan para la ocasión y preparan pasteles de calabaza.

También en lugares como Irurtzun y Bakaiku se han decidido a revivir la noche de arimas con disfraces, talleres y castañas asadas.

Las iglesias de los pueblos lucen de nuevo también sus calabazas con velas encendidas en Bermeo, Oiartzun, Zizurkil o Berriz.

En Donosti, Gau Beltza se vive especialmente en Altza, donde se organiza una peculiar "Animen Ibilbidea" que termina bailando al son de las danzas de los carnavales de Lantz. También en El Antiguo y Txomin organizan txokolatadas y actividades y juegos pensados especialmente para los/as más pequeños/as, que así descubren qué es Gau Beltza.

En este renovado impulso a Gau Beltza, sobresale un nombre propio, el de la asociación Euskaltzaleen Topagunea, que trabaja activamente con agrupaciones y entidades locales para que esta antiquísima tradición se disfrute en Euskadi como se merece.... y como hacían nuestros/as antepasados.

En muchos pueblos de Euskadi, nuestros/as mayores aún recuerdan que en su infancia recogían nabos y calabazas, vaciaban su interior para darles forma de rostro humano y encendían una vela en su interior para asustar a vecinos/as y amigos/as. O se vestían con disfraces hechos con harapos viejos y recorrían los caseríos pidiendo frutos secos y castañas.

Así recuerdan la Gau Beltza:

Ya ves que en Euskadi teníamos nuestro propio Halloween hace ya muchos años. Ahora que ya conoces el origen y la historia de Gau Beltza, vacía la calabaza, enciende la vela y prepárate para disfrutar de la noche más terrorífica del año.