La tradición y la modernidad se unen estos días en los Carnavales que se celebran en cada rincón. Las danzas ancestrales, mascaradas y ritos de carácter mágico conviven con los símbolos más urbanos como Farolín y Zaranbolas o las tamborradas de Tolosa. Nos vamos de Carnaval, ¿te vienes?

Carnavales de Ituren y Zubieta

El pistoletazo de salida del Carnaval lo dan en Navarra a finales de enero. Los protagonistas de la fiesta son los Joaldunak. Los de Ituren y Zubieta salen de sus respectivos pueblos para encontrarse en el puente de Zubiburu. El lunes recorren juntos las calles de Ituren y al día siguiente, son los de Ituren los que visitan a los de Zubieta, guiados siempre por el ritmo que marca uno de los Joaldun con su cuerno. Y cuidado con el resto de personajes que les acompañan, puedes acabar lleno de harina, barro o serrín.

Mascarada de Zuberoa

Le sigue otra tradición muy arraigada en las pequeñas localidades de Zuberoa. Los jóvenes disfrazados con trajes de personajes tradicionales recorren los pueblos cantando, bailando y contando historias. Los vecinos les recompensan con comida y bebida.

En esta representación no faltan los buenos, gorriak o rojos, donde destacan personajes como kantiniersak, entseinaria, marexalak o los dantzaris; y los malos, beltzak o negros, con los buhameak, xorrotxak, kauterak (Pitxu y compañía haciendo de las suyas), entre sus filas.

Entre las danzas populares, destaca la Godalet Dantza. Aquí se demuestra la destreza de los dantzaris bailando alrededor de un vaso.

Carnavales de San Sebastián

En Donosti lo tradicional son las comparsas de caldereros que anuncian la llegada del Carnaval. Casi una veintena de tribus de gitanos húngaros recorren las calles de la Parte Vieja a ritmo de cazos y sartenes entonando las canciones de Raimundo Sarriegui. Esta popular celebración tiene lugar el primer sábado de febrero o el sábado anterior a la Candelaria.

Al día siguiente tiene lugar el día de Iñudeak eta Artzaiak, que rinde homenaje al galanteo entre las inudeak (niñeras) y artzainak (pastores) cuando bajaban a la ciudad. Acompañan a las parejas, otros personajes de la época como el alcalde, el obispo, barquillero, barrendero...

Markina-Xemein

El domingo de Carnaval en la localidad de Markina representan la tradicional Zahagi dantza, en la que el zahagi es golpeado por el resto de dantzaris. Les acompaña en su recorrido el Hartza persiguiendo a la gente.

Carnaval de Mundaka

Ese mismo día, el domingo de Carnaval, pero en Mundaka tiene lugar una singular tradición. Los atorrak, hombres vestidos de blanco y las lamiak, mujeres ataviadas de negro, recorren las calles del pueblo; ellos por la mañana y ellas por la tarde, hasta encontrarse al final del día y entonar sus canciones. Un espectáculo digno de ver.

Carnaval de Zalduondo

Entre los carnavales rurales destaca el que se celebra en Zalduondo, unos de los más antiguos de Álava. El protagonista es Markitos, un grotesco muñeco de paja que representa los males del pueblo. Acompañado de otros personajes carnavalescos es paseado y enjuiciado el domingo de carnaval.

Juicio a Farolín y Zaranbolas en Bilbao

Y si de tradición hablamos, no pueden faltar Farolín y Zaranbolas, símbolos únicos de los Carnavales de Bilbao. Uno farolero y el otro pachorro son enjuiciados en la Plaza Nueva el viernes flaco en un acto lleno de humor que recuerda a las Carnestolendas Rurales. Primero son detenidos en el ayuntamiento para ser escoltados hasta la Plaza Nueva por los maceros. Allí se da cuenta de sus fechorías para acabar sentenciados en escarnio generalizado. Mejor es que lo veas con tus propios ojos:

Carnaval de Tolosa

Sin duda, uno de los carnavales más multitudinarios y populares de Gipuzkoa. En Tolosa arrancan la fiesta con la lectura del pregón y el txupinazo en el Ostegun Gizena (Jueves Gordo). No faltan las tamborradas del sábado, además de las comparsas, carrozas y desfiles durante todas las fiestas que culminan el martes a medianoche con el entierro de la sardina.

El Carnaval de Euskadi hay que vivirlo. ¿Cuál es tu favorito?