En Euskadi nos encanta comer y beber bien y disfrutamos mucho cuando nos juntamos para disfrutar con la familia o los amigos de una cena especial como la de Nochebuena. Después de cenar llega Olentzero cargado de regalos, y al día siguiente, Navidad, nos volvemos a reunir para comer las sobras de la cena ? y disfrutar de los regalos.

Menús navideños

Igual te sorprende saber que el entrante típico de la Nochebuena en Euskadi tradicionalmente ha sido la berza o la coliflor. ¿Por qué? Porque son verduras de temporada que siempre hemos tenido en nuestra huerta. Y en el caso de Navarra, en vez de coliflor se servía cardo o borraja. Ahora estas costumbres han cambiado un poco y son más frecuentes los entremeses con langostinos, embutido y alguna ensalada, o caracoles en salsa… Lo realmente increíble viene después: besugo al horno con refrito de ajo, guindilla y un punto de vinagre… ¡ay ama! Por desgracia, el besugo, como las angulas, está al alcance de poca gente, por eso lo solemos cambiar por el txitxarro, que está igual de rico o por bacalao, en cualquiera de sus modalidades: vizcaína, ajoarriero, pil-pil…

En el caso de familias carnívoras, tradicionalmente se preparaba capón criado en baserri: un manjar que se servía asado, a veces relleno, y con una salsita acompañada de frutas. Ahora el capón se ha sustituido por cordero o cabrito al horno, que también están buenísimos…

¿Te queda sitio para el postre? Pues prepárate para disfrutar de la intxaur saltsa (a base de nueces, leche, canela y azúcar), las manzanas asadas, las castañas y el muxu goxo en Navarra, una especie de crema quemada sencilla y sensacional.

Y como es Nochebuena, después de la cena… llega la magia y la ilusión para los más pequeños de la casa. Este es el momento perfecto para contar alguna de nuestras historias favoritas sobre personajes mitológicos o sobre Olentzero.

Una historia de Olentzero diferente

Hay una que nos encanta, y que igual no la has escuchado todavía. Cuenta que fue un hada que vivía en los bosques junto con unos duendes llamados Prakagorri (pantalones rojos) quien encontró a un bebé entre unos helechos. El hada, sorprendida, le dijo:

Tu nombre será Olentzero, porque es algo maravilloso haberte encontrado. Y durante toda tu vida disfrutarás de Fuerza, Coraje y Amor.

Y se lo entregó a un matrimonio sin hijos que vivía en el bosque. El matrimonio lo adoptó inmediatamente y Olentzero creció en la zona hasta convertirse en un hombre fuerte, amable y bonachón que ayudaba a su padre como carbonero. Cuando Olentzero se quedó solo se dio cuenta de que lo que realmente le hacía feliz era ayudar a otras personas necesitadas. Y empezó a preparar juguetes para dárselos a los niños y niñas cada vez que bajara al pueblo a vender carbón. Y así fue como cada invierno Olentzero empezó a repartir regalos entre los peques y se convirtió en uno de los personajes más queridos.

Pero un día una gran tormenta provocó un incendio en una casa en la que vivían varias personas. Sin dudarlo, Olentzero entró en la casa, las protegió con una manta y las sacó, pero una gran viga le cayó encima y detuvo su gran corazón. En ese  momento apareció el hada y le dijo:

Olentzero, has sido un buen hombre, has dedicado tu vida a hacer cosas por los demás, y hasta has dado hasta tu vida para salvar a otras personas. Y por eso quiero que de ahora en adelante prepares regalos para los niños y niñas en todos los rincones de Euskal Herria.

Y desde entonces, cada invierno, al final de cada año, Olentzero recorre los pueblos de Euskal Herria repartiendo juguetes.

¡A que es chula! Pero si a ti te contaron otra diferente y la quieres compartir con nosotras ¡nos encantará leerla!