El diplomático, ex ministro de Asuntos Exteriores de Israel e historiador, Shlomo Ben Ami, ha sido uno de los expertos que han participado en las Jornadas Tecnológicas Euskaltel 2023. Con él hemos hablado sobre el escenario geopolítico global y los cambios tecnológicos que afectan al panorama mundial y sobre los desafíos de la diplomacia en una era tecnológica marcada por la Inteligencia Artificial.

  • ¿Están afectando las actuales tensiones geopolíticas a la innovación y a las inversiones tecnológicas? ¿Qué desafíos tienen por delante las empresas para enfrentarse a este panorama tan cambiante e incierto?

Yo creo que, todo lo contrario; las tensiones dan un impulso a la tecnología porque los Gobiernos invierten más. No hay más que ver los presupuestos de armamento que los países europeos están haciendo ahora.

Hoy en día, los armamentos limpios de tecnología sofisticada ya no existen. Y en EE.UU. y China, la guerra y los conflictos son una bonanza para la tecnología.

Las industrias de alta tecnología realmente vienen de industrias militares. Es triste decirlo, pero creo que el conflicto es bueno para la tecnología.

  • ¿Cómo puede la tecnología ayudar a las empresas a desarrollar su potencial en mercados internacionales?

Hay varios tipos de economía. Una es la economía del pasado que persiste, como el turismo, que siempre ha existido, pero no es una economía tecnológica.

Y todos los países que tienen materias primas son países pobres, como Nigeria, una potencia del petróleo.

Para los que no tienen materia prima, la alternativa es invertir en la gente, en la calidad humana y en la tecnología. Para la tecnología no necesitas materia prima, necesitas cerebro. Por eso, EE.UU., países europeos o Israel están avanzando en la tecnología, porque no tienen otra cosa.

Shlomo Ben Ami: “Para los países que no tiene materias primas, la alternativa es invertir en tecnología”

  • ¿Qué tecnologías considera que están siendo las más decisivas actualmente en la esfera mundial y cuáles lo serán a corto y medio plazo? En concreto, ¿qué papel otorga a la Inteligencia Artificial?

Yo creo que lo que tiene que ver con comunicación. Ahí está toda la lucha de EE.UU. por nacionalizar a TikTok, que es una empresa china. O Facebook y Twitter, que son empresas de comunicación entre personas. Y también los drones...

Todo eso es una nueva era de comunicación digital.

  • Y en esas tecnologías del futuro, ¿qué papel tiene la Inteligencia Artificial?

Es ahí a dónde vamos. Ahora acaba de salir la última película de Indiana Jones y Harrison Ford tiene 80 años; han conseguido, a través de Inteligencia Artificial, adaptar algunos de los esfuerzos físicos de las películas que hizo hace 40 años, sin que nada cambie en su imagen exterior.

La IA ya está en todo: en los coches autónomos, en la industria militar, etc. Hoy, cada uno de nosotros puede plantearle una pregunta al robot a través de un chat y tener respuesta a lo que busca.

Yo creo que la parte buena es que ayudará en la medicina, en los hospitales,... ; pero, por otro lado, tiene su parte negativa, la posibilidad de que se utilice como armamento o de que entremos en una era en que la IA tenga sentido común y actúe por sí misma, no sólo como ayuda al ser humano, sino como un ser separado. A eso no hemos llegado, pero hacia ahí vamos.

Otro tema importante respecto a la IA es qué contrato social vamos a crear. Imagínate que los autobuses salen y llegan solos a su destino y paran en las estaciones, como ya ocurre en algunas ciudades de EE.UU. Sin ir más lejos, en el aeropuerto de Barajas, el tren que trae a la gente del terminal satélite al terminal central viene por sí solo. Entre autobuses y coches autónomos, ¿qué haces con millones de chóferes ahora? Esta situación requiere un nuevo contrato social para asegurar el estado de bienestar entre la gente que no cotiza.

  • Desde una perspectiva global, ¿cómo nos ha transformado la pandemia y qué papel ha jugado la tecnología?

En la pandemia, lo que hemos visto es el avance extraordinario de la ciencia y la capacidad de crear en tiempo récord una vacuna; eso nunca había existido. Estoy seguro de que para llegar al resultado han tenido que utilizar o han sido asistidos por herramientas tecnológicas avanzadas. Una vacuna requiere ensayos y podrían haberlos hecho a través de mecanismos de tecnología y no necesariamente humanos. Realmente era algo impensable en el pasado.

  • ¿Podría contarnos algún caso de éxito tecnológico en Israel que sea extrapolable a empresas vascas?

Yo creo que la clave está en los intercambios. No es necesario inventar la rueda; gran parte de lo que se requiere existe ya y se puede compartir.

Shlomo Ben Ami: "El futuro está en la innovación, no en el petróleo"

Es importante la colaboración en el mundo de la alta tecnología. En Israel, el 60 % de la exportación del país es alta tecnología. Y eso lo produce una parte muy pequeña del mercado laboral porque no requiere un exceso de mano de obra.

Yo pienso que se podría colaborar más. Porque el futuro está en la innovación, no en el petróleo, aunque siga un tiempo.

Israel tiene una cierta ventaja y es que, a diferencia de España, tiene una industria militar hipersofisticada muy importante. No hablo de producción de cañones y tanques, sino de herramientas tecnológicas que te dan ventaja sobre el enemigo. Esas herramientas desarrolladas por el ejército después se aplican y adaptan al mundo civil.

Por ejemplo, en Silicon Valley, las empresas americanas se han beneficiado de las inversiones masivas que EE.UU. realizó en la industria espacial. De ahí han venido muchas de las innovaciones que luego se han adaptado a la industria civil.

Ahora, Alemania acaba de invertir una suma muy importante en misiles contra misiles. Aquellos que hoy trabajan en esa tecnología, mañana pasan a la industria civil y hacen otras cosas basadas en esas tecnologías.

  • La ciberseguridad es, a día de hoy, uno de los temas que más preocupan a las empresas, sean locales, nacionales o internacionales, ¿cuáles son los peligros y los desafíos a los que se enfrentan?

Sí, la ciberseguridad es la guerra de estos días. Me imagino que ocurre en España también; aquí cada día hay decenas de miles de ataques cibernéticos que son parados.

Hay dos tipos de ciberdelitos: defensivos y ofensivos. En ambos, Israel está bien posicionado. Y seguro que hay avances también en España; países que tienen buena relación pueden compartir estos conocimientos.

  • ¿Cuáles son los grandes retos de la diplomacia internacional en la actual era de transformación tecnológica y digital?

El reto es encontrar o articular una diplomacia capaz de controlar el armamento cuando este es invisible. Porque esto es una nueva era.

La guerra nuclear entre las grandes potencias era una “era de paz” porque existía un equilibro. Pero ¿cuál es el equilibrio en una era cibernética? Es muy difícil de definir. Cuando Putin intervino en las elecciones en EE.UU., igual no lo hizo el gobierno ruso, sino algún grupo de hackers. ¿Como lo controlas?

El arma es una computadora, no una central nuclear. Y es ahí donde tenemos que poner nuestras energías, en inventar la diplomacia de equilibrio de paz en tiempos de Inteligencia Artificial.