Entrevistamos a Iraia Iturregi, entrenadora del Athletic Club femenino

En Euskaltel creemos en la igualdad y lo llevamos a la práctica en todo lo que hacemos. Nuestro apoyo al deporte femenino es un reflejo de ese compromiso, como patrocinadores de los equipos femeninos del Athletic Club, la Real Sociedad o el Eibar. En el Día de la Mujer hemos estado charlando con Iraia Iturregi, entrenadora de las jugadoras del Athletic.

Y es que Iraia es una luchadora nata. En sus 15 años en la élite del fútbol, fue la primera jugadora de la historia en cumplir 100 partidos con el Athletic Club, jugó 400 partidos y anotó 64 goles. Hoy entrena al primer equipo femenino, después de dos temporadas al frente del filial.

Nos ha hablado de la evolución del fútbol femenino, los próximos retos o cómo es jugar sin público. Una crack!!

Ha crecido mucho en los últimos años, aunque claro está que todavía hay trabajo por hacer. En 2002 había 10.000 licencias de fútbol femenino en España, ahora superamos las 70.000. A nivel social está más normalizado que una niña juegue a fútbol. Según la encuesta Adecco “Qué quieres ser de mayor”, ser futbolista se posiciona por primera vez entre las cinco profesiones más deseadas por el género femenino.

A nivel social está más normalizado que una niña juegue a fútbol.

En cuanto al nivel de la Primera Iberdrola (1ª División), nos estamos acercando a las mejores ligas europeas. Las condiciones de las jugadoras han mejorado, y está todo mucho más profesionalizado. Mejores condiciones de trabajo, más medios materiales y humanos, y mayor exigencia en todos los aspectos. A eso hay que añadir la llegada de extranjeras de todo tipo: jugadoras top mundiales, otras con menos talento pero que son portentos físicos...

Sí. El convenio es la primera piedra, pero hay que construir una buena base; con paso firme. Ahora tenemos el problema del bloqueo de las televisiones, que no se llega a un acuerdo entre la Federación y la Asociación de Clubes de La Liga, y es una pena, porque podrían estar televisándose todos los partidos de la competición, y eso tendría mucha repercusión a nivel social: más interés de los sponsors por invertir en el fútbol femenino, más dinero para los clubes, mejores condiciones para las jugadoras, más exigencia, mayor espectáculo, genera cada vez más interés. La pescadilla que se muerde la cola, pero...

La igualdad no es que haya presencia de mujeres entrenadoras en equipos femeninos. La igualdad es que los dirigentes de un equipo, ya sea masculino o femenino, contraten a la persona que crean más capacitada para el puesto, sea hombre o mujer. Igualdad de oportunidades en base a lo capacitada que esté una persona, sin importar el género. No hay buenos/as entrenadores/as de fútbol masculino o de femenino. Hay buenos/as entrenadores/as de fútbol que se adaptan a las características del grupo que les toca dirigir.

La igualdad es que los dirigentes de un equipo contraten a la persona que crean más capacitada para el puesto, sea hombre o mujer.

Yo creo que es cuestión de tiempo, porque cada vez hay más entrenadoras, y entrenadoras más capacitadas. Pero sí que es verdad que hay que derribar una gran barrera, por un tema cultural. Es sorprendente que a día de hoy todavía no haya una sola mujer dentro de un staff técnico de ningún equipo de 1ª o 2ª División masculina. Se ve alguna fisio, médico, psicóloga o nutricionista, pero técnico de campo (2ª entrenadora, preparadora física, entrenadora de porteros, analista...), ninguna. Pero bueno, estoy segura de que llegará.

Pues a simple vista diría que sí, que creo que nos podría afectar, pero no me gusta hacer afirmaciones sin tener conocimiento suficiente o datos sobre la materia. Seguro que ya se está investigando sobre ello.

La verdad es que los pasos han sido de manera escalonada, pero sí que la oportunidad de entrenar al 1º equipo me llega antes de lo esperado. En 2010 empiezo a entrenar a los grupos de tecnificación de categoría Alevín, Infantil y Cadete. Lo compatibilizaba con ser jugadora del primer equipo. Durante mi carrera deportiva aprovecho para formarme en la materia y me saco la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, el Máster de Alto Rendimiento del COE, el Máster de Educación y los títulos de Entrenadora.

En 2017 me retiro y paso a ser la preparadora física del Filial y del Infantil. En 2018, entro a formar parte del staff técnico del 1º equipo y del Cadete. Y en 2019 me ofrecen ser la entrenadora del Filial. Esta última experiencia ha sido de las más enriquecedoras que he tenido en mi vida. Estaba disfrutando mucho con este equipo, y ahí es cuando se da la destitución de Villacampa y me piden que dé el paso. Quizá no era la situación soñada, pero muchas veces los momentos ideales no existen. No obstante, creo en mi cuerpo técnico y en las jugadoras que tengo, y confío en que saldremos de esta situación.

Como jugadora acabé muy cansada tanto física como mentalmente. Estar 15 años en la élite, en un equipo que todos los años peleaba por ganar títulos, con la presión diaria que eso supone, es tan apasionante como estresante. Llegó un momento en que dejé de disfrutar de los entrenamientos y de la competición, cuando yo siempre había disfrutado de ambas.

Así que en pretemporada del 2016 comunico al club que ese iba a ser mi último año. Creo que elegí el momento adecuado, porque acabé teniendo muy claro que quería finalizar mi carrera como futbolista, pero seguía sintiendo pasión por el fútbol. No sabía muy bien cómo iba a ser esa transición de jugadora a técnico, y la realidad es que fue mucho mejor de lo que esperaba. Empecé otra vez a disfrutar del fútbol.

Acabé teniendo muy claro que quería finalizar mi carrera como futbolista, pero seguía sintiendo pasión por el fútbol.

Al otro lado las cosas se ven de otra manera. La parte positiva de haber sido jugadora es que yo sé lo que están pensando y sintiendo ellas en muchos momentos. La negativa, que habitualmente cuando eres jugadora, tu visión de las cosas depende mucho de tus intereses personales. De manera que las decisiones del entrenador/a, siempre tienen detractores/as. Y la realidad es que cuando eres entrenadora, aunque ganes un partido 3-0 y el equipo haya jugado bien, te vas a casa pensando en las jugadoras que has dejado en el banquillo o sin convocar. Piensas mucho más en los demás.

Pues supongo que como a todos. Vives el día a día con incertidumbre. Planificas una semana, y de un día para otro tienes medio equipo confinado, y toca cambiar todo lo planificado, y vuelta a empezar. Porque eso no solo te varía los siguientes 10 días, sino las próximas semanas porque a la vuelta igual tienes 5 partidos en dos semanas. El estar encerradas a unas les afecta más que a otras, mayor riesgo de lesiones… Son muchos más los condicionantes que debes tener en cuenta, y algunos no dependen de ti.

A mí me parece como comer un pan sin sal. Yo siempre digo que los mejores recuerdos de todas las ligas que hemos ganado no son los títulos en sí, si no los momentos en que los has compartido con tu gente. Evidentemente prefiero jugar sin público que no jugar, pero no tiene nada que ver. Y nosotras encima, que tenemos una afición incondicional, que empuja, que aprieta, que te da ese plus que necesita el equipo en momentos delicados... pues la verdad es que se echa mucho de menos. Es otro fútbol.

Yo he entrenado a un grupo de jugadoras con mucho talento y ambición. La temporada pasada nos proclamamos campeonas de Reto Iberdrola (2ª División) contra todo pronóstico, con una media de edad de 18,8 años, compitiendo contra primeros equipos como Eibar, Osasuna, Alavés, Oviedo, Zaragoza... o los filiales del Barcelona y Atlético de Madrid. Soy optimista de cara al futuro. Se está trabajando bien en la base, tanto en Lezama como en los clubes convenidos. Y con la filosofía que tenemos, claro está que es un trabajo indispensable.

El equipo necesita que las jugadoras crean en ellas mismas y den un paso adelante. Hay situaciones en la vida que te generan un bloqueo, pero no nos podemos quedar paralizadas. Lo primero, hay ser conscientes y afrontar la realidad del equipo y de cada jugadora tal y como es (nos guste o no). No podemos negar la realidad y esperar a ganar partidos por ser el Athletic y por los nombres que tenemos en plantilla. El paso del tiempo no arregla las cosas. Hay que actuar: asumir responsabilidades, vencer el miedo, asumir riesgos, creer en el equipo y en el trabajo diario, incluso cuando los resultados no son los esperados. Yo siempre les digo: “cuando creáis que no podéis más; un esfuerzo más”.

Yo siempre les digo: ‘cuando creáis que no podéis más; un esfuerzo más’.

Lo primero de todo alejarnos de los puestos de descenso, que los tenemos a 3 puntos. Eso nos permitiría trabajar con más “tranquilidad” y que las jugadoras cogieran confianza. Pero claro está que para eso tenemos que competir mejor de lo que lo estamos haciendo. Por lo que los objetivos ahora mismo son muy a corto plazo. Entrenar y competir bien para ganar los próximos 3-4 partidos que tenemos contra rivales directos y salir de la zona de peligro. A partir de ahí, ya veremos qué objetivos nos planteamos.

Muchas gracias, Iraia, por esta charla. Y muchos, muchos éxitos esta temporada.