¿Recuerdas 1989? Todavía no se habían inventado los SMS, y el modelo de móvil más cool del mercado era el Micro Tac de Motorola: pesaba casi 400 gramos (un iPhone 7 pesa 138 gr.) y con él podías hablar ¡hasta 75 minutos! ¿Qué pensarías si te dijéramos que ese mismo año se estrenó la película Regreso al futuro II, y que en ella ya había videollamadas, sistemas de reconocimiento de huella digital o gafas inteligentes?

Pues eso es lo que nos está pasando otra vez con la serie Black Mirror de Netflix. Sus guionistas tecnológicos son tan creativos que cada poco tiempo vemos inventos a nuestro alrededor que nos hacen gritar: ¡Como en Black Mirror!  ¿Quieres conocer algunas de estas innovaciones futuristas que aparecen en la serie? Si quieres ver la serie, sólo tienes que pulsar el botón Netflix a través de tu nuevo mando del Deco 4K. ¡De momento nosotras te las contamos! ?

  • Puntuación ciudadana. El primer capítulo de la T3 de Black Mirror nos dejó a muchas alucinadas: en una sociedad futura, todas las personas podían calificar y ser calificadas por otras personas con puntuaciones de entre 1 y 5 estrellas, en función de su relación con ellas, como quien puntúa un restaurante. El objetivo de este sistema era que la gente se portara bien, porque si la puntuación de una persona era baja se convertía en ciudadana de segunda clase. Qué locura, ¿verdad? Pues parece que en China están trabajando en algo parecido. El gobierno chino ha preparado un proyecto para calificar la situación económica, social, política y financiera de sus ciudadanos, y poder evaluar así su grado de confiabilidad. Entre estos datos estarían el pago de multas, de sus impuestos y el tipo de compras que hace. Si la persona consigue una puntuación elevada obtendrá beneficios que le permitirán, por ejemplo, alquilar bicicletas o coches sin hacer un depósito, o tener acceso preferente a tiendas, bancos y hasta hospitales.
  • Lentillas grabadoras. El último episodio de la T1 de la serie de ciencia ficción nos muestra unos implantes neuronales que  pueden grabar lo que vemos y oímos, y proyectarlo en nuestras pupilas. Pues los gigantes tecnológicos Samsung y Sony ya han patentado unas lentes de contacto que son capaces de hacer fotos con solo parpadear y de conectarse a un smartphone para enviar la información. ¡A que es genial! Solo le vemos un problema: ¿Cómo nos haríamos selfies? ?
  • Animojis. Si eres usuario de lo último de iPhone ya sabrás lo que son los animojis: son una serie de avatares virtuales que puedes crear con tus propias expresiones a través del sistema de reconocimiento facial y la tecnología 3D del modelo X. Pues lo que parecía un ingenio alucinante creado por la factoría Jobs fue adelantado por Black Mirror en el último episodio de su segunda temporada, ¡cuatro años antes! En ese episodio, un cómico creaba un avatar llamado Waldo, que se expresaba gracias a los movimientos capturados con tecnología de reconocimiento facial y que incluso se presentaba a las elecciones británicas. Ya hay quien ha visto en Waldo a Donald Trump…
  • Abejas-robot. ¿Sabías que una de las principales preocupaciones de nuestros científicos es que cada vez hay menos abejas para polinizar flores, plantas y cultivos? Entre el cambio climático, los pesticidas o las avispas asiáticas, las abejas corren un serie peligro de desaparición. Pues en el último episodio de la tercera temporada de Black Mirror se pueden ver enjambres completos de abejas-robot para llevar a cabo esta función por la extinción ficticia de estos insectos. Y resulta que la Universidad de Harvard ya cuenta con un enjambre de 60 abejas mecánicas polinizadoras que han sido creadas para conseguir el mismo objetivo que en la ficción: evitar la desaparición de la raza humana.
  • Gimnasio-generador. Hace más de siete años Black Mirror nos contaba cómo los seres humanos se dedicaban a hacer deporte, no para quemar grasas, sino para producir energía y obtener ingresos. Y un gimnasio de Nueva York ha puesto en marcha un Eco Gym que cuenta con 21 máquinas de cardio distribuidas entre bicis estáticas, elípticas y bicis reclinadas. Cada una está preparada para convertir la energía humana derivada del pedaleo en electricidad útil y aprovechable a través de una tecnología micro-inversora, capaz de transformar la sesión de cardio en más de 160 vatios a la hora. No está mal pensado, ¿verdad?

¿Conoces alguna otra revelación tecnológica interesante? ¡Pues escríbenos un comentario y cuéntanosla! ?