Disfrutar del paisaje y de la naturaleza de Euskadi siempre es un buen plan, ¿no crees? La Senda Bujanda es una de esas rutas de senderismo que no te puedes perder. La puedes recorrer tanto a pie como en bici. Te hablamos de su recorrido y de sus principales lugares de interés.
La Senda Bujanda es una de las rutas más populares del Parque Natural de Izki.
Une las localidades de Korres y Bujanda y es una ruta lineal sencilla, con un recorrido aproximado de 3,5 kilómetros de escasa dificultad, que puedes disfrutar con toda la familia.
Recorrido dentro del Parque Natural de Izki
La Senda Bujanda bordea la ladera del barranco del río Izki, dentro del propio Parque Natural de Izki.
Izki es el tercer parque natural más grande del País Vasco y uno de los entornos forestales mejor conservados de Europa. Fue declarado Parque Natural en 1998.
Izki, una referencia del turismo ornitológico
Allí te verás rodeado de montañas y barrancos, roquedos calizos y zonas húmedas como charcas y turberas con nenúfares blancos e incluso plantas carnívoras que convierten esta zona en un enclave ideal para la observación de aves y el birding (turismo ornitológico).
El pico mediano es el habitante estrella del parque, pero también puedes encontrarte buitres leonados, águilas reales y pájaros carpinteros.
También disfrutarás en él de carrascales, hayas, abedules y de robles marojos, una especie poco común.
Korres, un enclave medieval como punto de inicio de la Senda Bujanda
La Senda Bujanda arranca en la zona sur de Korres, junto a la Casa del Parque y cerca de la cueva La Ballena, y termina en la localidad de Bujanda.
Korres es el único pueblo habitado dentro del Parque Natural de Izki y cuenta con unos 20 vecinos/as. De origen medieval, su ubicación lo convirtió en especial objeto de deseo en tiempos de los reyes Alfonso VIII de Castilla, Sancho el Sabio y su hijo Sancho, ya que el viejo Castillo de Korres protegía la frontera occidental del Reino de Pamplona frente a Castilla.
Un paseo por el Korres de hoy nos lleva a la Iglesia Parroquial de San Esteban, construida en el siglo XVI, con portada renacentista y retablo gótico, o a la Ermita Románica de la Virgen de la Peña.
Qué ver en esta ruta por la Montaña Alavesa
Al salir de Korres, la Senda Bujanda continúa por el sinuoso trazado del barranco del río Izki hasta alcanzar la presa de Aranbaltza, construida hace casi 100 años.
Siguiendo el curso del río entre los paredones calcáreos de La Muela podrás observar la central hidroeléctrica de Antoñana.
El recorrido permite contemplar también el monte Soila, una alargada cumbre rocosa frecuentada por amantes de escalada deportiva, y el Mirador de la Peña del Castillo.
Bujanda, lugar de reliquias y gastronomía
La ruta termina en la localidad de Bujanda, especialmente popular porque en su iglesia se conservan los restos de San Fausto Labrador, y en la que puedes ver también curiosas casas blasonadas.
Y si te entra hambre, siempre puedes pararte a degustar la famosa trufa negra y la miel típicas de la zona.
Más información sobre la Senda Bujanda y el Parque Natural de Izki
Naturaleza, patrimonio, gastronomía... la Senda Bujanda es una ruta ideal para desconectar y disfrutar del paisaje de Euskadi.
Además, tiene fácil acceso y está muy cerquita de Vitoria-Gasteiz. Verás como recorriendo pocos kilómetros te alejas de la Llanada Alavesa y te adentras en la Montaña Alavesa.
Y si te apetece seguir descubriendo el parque de Izki, te alegrará saber que en él hay señalizadas nada más y nada menos que 15 rutas de senderismo. Puedes informarte con detalle en el Centro de Interpretación de Izki, en el pueblo de Korres.
Cuéntanos, ¿conoces la Senda Bujanda y el Parque Natural de Izki?
Imágenes: Parque Natural de Izki, Ayuntamiento de Arraya-Maestu y Ayuntamiento de Campezo.