Sueñas con disfrutar del amanecer en el Uluru, en medio del desierto de Australia? ¿O con ver el reflejo de las Montañas Rocosas sobre la superficie del Lago Louise, en Canadá? Qué maravilla, ¿verdad?. Pero como en este puente no vas a tener tiempo de ir a Australia, Canadá o México, hemos seleccionado otros destinos igual de espectaculares pero que están mucho más cerca. Y así además presumimos de nuestra tierra.
La Galea
Si quieres ver unos acantilados impresionantes y envolverte en brisa marina y olor a salitre no tienes que irte a las costas de Dover o de Normandía. Acércate a Getxo y dedica un día a recorrer los paseos de La Galea y Aixerrota, entre Algorta y Sopelana. Encontrarás las mejores vistas del Golfo de Bizkaia; verás la costa de Cantabria en un día claro; podrás admirar construcciones del s.XVII, como el Molino de Aixerrota y el fuerte de La Galea, y tendrás la oportunidad de bañarte en la playa salvaje de Azkorri. Solo tienes que descubrirlo. Además, puedes ir en metro desde Bilbao y bajarte en Bidezabal para ir dando un paseo.
Flysch Zumaia
Otra de las joyas geológicas de Euskadi se encuentra en la zona de Zumaia, Deba y Mutriku, y su nombre es tan particular como su apariencia. Los Flysch son formaciones geológicas compuestas por materiales de diversa dureza que se han ido sedimentando con el paso de los milenios en el fondo marino. Gracias a los movimientos geológicos que se produjeron hace 20 millones de años estas formaciones emergieron y quedaron a la vista las paredes verticales que han servido de escenario a Juego de Tronos. Todo un espectáculo visual que resume 50 millones de años de historia repartidos a lo largo de 13 kilómetros de costa. Por cierto, la perspectiva desde el mar es genial y puede ir andando desde el centro de Zumaia dando un paseíto.
Ogoño
Es uno de los parajes más impresionantes de la costa vasca, aunque igual te suena más el nombre del pueblo que está 305 metros por debajo de su cumbre: Elantxobe. Aunque sus calles son súper empinadas y te harán sudar un poco, Elantxobe es un premio para la vista… ¡y no te pierdas la parada de autobús más curiosa del mundo! Pues si Elantxobe es bonito, la perspectiva que da Ogoño es alucinante. Desde su mirador se ve lo mejor de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai: la playa de Laga, la isla de Izaro, Bermeo... De hecho, dicen que los vigías subían a este mirador hace siglos para avisar a los arrantzales vascos de la aparición de ballenas por el Golfo de Bizkaia. ¿Te apetece comprobarlo? Deja tu coche en el aparcamiento del cementerio del Elantxobe y desde ahí tienes dos caminos que suben hacia Ogoño.
Bardenas Reales
Si buscas un paraje similar al del Gran Cañón del Colorado no hace falta que cruces el Atlántico: ven a las Bardenas Reales, cerca de Tudela. Es un paisaje espectacular. Está dividido en tres zonas esculpidas por la erosión a lo largo de millones de años: el Plano, que es una zona de cultivo; la Bardena Blanca, que es la que tiene formaciones geológicas más características, y la Bardena Negra, donde el terreno se convierte en una zona de bosques de pino y matorral. Tiene más de 700 km de caminos y pistas para hacer senderismo o recorrer en bici, pero hay que tener mucho cuidado porque es fácil perderse en este desierto, en el que, por cierto, abundan las águilas, los buitres, búhos, avutardas, zorros, gatos monteses, ginetas, anfibios y reptiles. Otro paraíso natural.
Salto del Nervión
Es la cascada más alta de la península, con casi 300 metros de altura, y está formada por tres arroyos que llevan agua pero solo durante el invierno. Por eso, si no quieres perderte el espectáculo es mejor que vayas después de días lluviosos o durante el deshielo. Y como todas las maravillas anteriores, está al lado de casa, cerca de Orduña, en el límite entre Bizkaia y Burgos.
Y lo mejor es que como como todo está cerca de casa no tienes ni que hacer maleta; eso sí, no te olvides el Smartphone porque tus fotos van a triunfar en Instagram. ¡Ah! Y si conoces algún otro rincón espectacular, escríbenos un comentario y dinos dónde está. ¡Queremos descubrir todos nuestros paraísos!