Este era el primer año que los turistas podrían definir sus vacaciones como “normales” tras la pandemia. Y se ha notado. Euskadi ha superado en los primeros ocho meses del año en un 8,5% las cifras de visitantes de 2019, año anterior a la Covid-19. Los turistas han vuelto y han elegido sus lugares preferidos. Nosotros hemos recopilado esos 10 lugares que los turistas seleccionan cada año para visitar y conocer Euskadi. Diez sitios que no te puedes perder si aún no los conoces.
De los 2,6 millones de turistas que han llegado hasta el pasado mes de agosto, el 43% lo ha hecho a Biskaia, el 41% a Gipuzkoa y el 16% a Araba. En los meses de verano, en torno a un 52% de las personas que han visitado Euskadi son de procedencia nacional y un 48% de origen internacional. Algo tendrán estos 10 lugares que llama tanto al turismo de todas las procedencias. Vamos a verlo:
San Sebastián-Donostia
Sin duda, uno de los destinos más especiales de toda España. Nada más llegar la playa de La Concha te invita a un baño o un agradable paseo por sus orillas. La belleza de su bahía, enmarcada por el monte Igueldo y la isla de Santa Clara, es mundialmente reconocida.
La ciudad cuenta con otras dos espectaculares playas urbanas. Si te gusta caminar es imprescindible el paseo desde la playa de la Zurriola, frecuentada por los amantes del surf, luego rodear el Monte Urgull por el Paseo Nuevo y cruzar después toda la bahía terminando en la playa de Ondarreta. Allí te espera el “Peine del Viento”, impresionante conjunto escultórico de Eduardo Chillida y Peña Gantxegi.
Si los escenarios naturales de Donostia son espectaculares, el buen gusto arquitectónico está presente por todas partes: puentes, plazas, y edificios así lo certifican. Belleza inigualable la del Teatro Victoria Eugenia, el Hotel María Cristina o el Balneario de La Perla.
En el casco viejo puedes visitar la Catedral del Buen Pastor, de estilo neogótico y con una torre de 75 metros, que está inspirada en la catedral de Colonia. No debe faltar la ruta de pintxos por la zona vieja y si aún tienes fuerzas para dar más paseos, puedes subir andando al Monte Urgull, que además de unas vistas fantásticas de la ciudad tiene el magnífico Castillo de la Mota.
Bilbao
Para visitar Bilbao usa como referencia la Ría, que es clave en la vida de la ciudad. Siguiendo su curso encontrarás el Puente Bizkaia, joya de la arquitectura industrial y “Patrimonio de la Humanidad”. Recorrer la Ría y sus puentes es recorrer su historia. El Zubizuri o la pasarela Arrupe son iconos del nuevo Bilbao y otros, como el puente de San Antón, son grandes representantes de su pasado.
La Ría será también la que te lleva hasta el Casco Viejo, una zona llena de vida. Recorre sus bulliciosas “siete calles” y casi sin darte cuenta estarás de pintxos o “txikiteando”.
El icono de la transformación de Bilbao es el Museo Guggenheim, obra de Frank Gehry de impresionante arquitectura. Tendrás que venir para comprobar con tus propios ojos que el diseño y la arquitectura impregnan toda la ciudad, empezando por el paseo de Abandoibarra, donde turistas y bilbaínos, deportistas y familias, se encuentran y mezclan cada día. Desde el paseo podrás divisar nuevos edificios como las torres Isozaki o la de Iberdrola. De diseño es también el metro de Bilbao y Azkuna Zentroa.
Vitoria-Gasteiz
Vitoria-Gasteiz es amable y está diseñada para vivirla. Todo está cerca, todo está a mano. Incluido el llamado “Anillo Verde”, perímetro de la ciudad formado por seis grandes parques que podrás recorrer a pie o en bicicleta. En uno de ellos, en el Salburua, disfrutarás de varias lagunas que, gracias a su privilegiada situación en un paso migratorio, acogen a gran variedad de aves. La que fuera capital verde Europea en 2012, sigue rodeada de parques e historia.
Otro de los tesoros que te ofrece es la Almendra Medieval, así denominada por su contorno ovalado, es uno de los cascos históricos más emblemáticos de Euskadi. No te puedes perder la Plaza de la Virgen Blanca, punto de encuentro entre turistas y locales. Merece la pena acercarse también a ver la Catedral Nueva, construida en estilo neogótico, a principios del siglo XX.
San Juan de Gaztelugatxe
En plena costa vasca, San Juan de Gaztelugatxe está catalogado como “Biotopo protegido y alejado de cualquier núcleo urbano”. Este idílico lugar se encuentra entre las localidades costeras de Bakio y Bermeo unido a la costa a través de un puente de piedra y una escalinata de 241 peldaños.
La iglesia que vemos hoy en día no es la original. A lo largo de los siglos ha habido incendios y batallas y ha tenido que ser reconstruida en múltiples ocasiones. Se cree que la primera ermita fue levantada en el siglo IX. En el siglo XII, se convirtió en un convento. Sin embargo, dos siglos más tarde los frailes abandonaron el lugar llevándose todos los objetos de valor consigo.
La historia de San Juan de Gaztelugatxe es amplia y variada. Se le atribuye ser escenario de piratas, aquelarres y leyendas. No olvides tocar tres veces su campana para atraer la buena suerte y ahuyentar los malos espíritus. Al final de las escaleras de San Juan de Gaztelugatxe podrás posar tu pie sobre la huella que según dicen dejó allí San Juan Bautista y que te traerá buena suerte.
Santuario de Loiola
Está en mitad del Valle de Urola, rodeado de montañas y en un entorno idílico. El conjunto del Santuario está edificado en torno a la Casa Torre medieval en la que Ignacio de Loiola nació en 1491. El centro del Santuario está ocupado por la Basílica, que data de 1738, con su majestuosa cúpula.
La conocida como “Casa Natal” te trasladará a la época feudal a través del linaje del Santo, el de la familia de Oñaz y Loiola, que se conoce desde el siglo XIII. Sus muros de casi dos metros de espesor, troneras, e incluso bombardas antiguas te harán sentir que accedes a una fortaleza medieval.
Si se dispone de tiempo es recomendable realizar la llamada “Ruta de los tres templos”, visitando también los cercanos santuarios de Arantzazu y La Antigua (Zumárraga).
Zumaia
Situado en una hermosa bahía donde confluyen los ríos Urola y Narrondo. El contraste de los intensos verdes de las montañas y el azul penetrante del mar, hace de Zumaia un lugar que te dejará huella.
En Zumaia debes visitar la playa de Itzurun, la Ermita de San Telmo, Geoparkea o el Caserío vasco Santa Klara. Y si, por si tienes dudas o te suenan de algo sus paisajes, al igual que en San Juan de Gaztelugatxe, en Zumaia se han rodado escenas de Juego de Tronos.
Casa de Juntas de Gernika
El lugar donde se encuentra en Gernika fue punto de reunión de los pueblos de Bizkaia desde al menos el siglo XIV, y puede considerarse símbolo de la continuidad de las tradiciones vascas. El roble, que cuando debe ser sustituido se remplaza por un retoño del anterior, está dentro del recinto de la Casa de Juntas.
Esta sede es uno de los parlamentos más antiguos de Europa, y ha enriquecido la democracia con figuras como el “Habeas Corpus”, la prohibición de tormentos o la hidalguía universal, mucho antes de que lo hicieran otras instituciones en Europa. Esta Casa de Juntas es, junto con las de Gerediaga y Abellaneda, sede oficial de las Juntas Generales de Bizkaia.
La Casa de Juntas no solamente no ha perdido tal función, sino que en este momento sigue en plena actividad, acogiendo los plenos y otros actos de las Juntas Generales de Bizkaia, de la que es sede.
Urdaibai
Urdaibai fue declarada “Reserva de la Biosfera” por la UNESCO en 1984. Su corazón es el río Oka que nace en el monte Oiz y se transforma en ría al llegar a Mundaka creando unas espectaculares marismas llenas de vida.
Es uno de los enclaves naturales más importantes de Bizkaia. Es el humedal más importante del Euskadi y una relevante área de reposo e invernada para las aves migratorias. El nombre con el que ha sido bautizada el área protegida, el de Urdaibai, hace referencia al entorno de la ría y tiene su origen en una casa torre existente a orillas del Oka. Esta casa torre, de la que únicamente quedan ruinas, es conocida popularmente como Torre del Perejil.
Elantxobe
En cuanto llegues al pueblo te llamarán la atención sus calles empinadas y sus casas en lo alto de la montaña. Antiguamente Elantxobe era un barrio de pescadores de Ibarrangelu (pueblo vecino) y las casas se construían lo más cerca del puerto para llegar antes a trabajar. Poco a poco, la ladera se fue llenando de viviendas y así se fue creando la población. En 1833, Elantxobe se independizó.
Las pequeñas casas tradicionales vascas se adaptan a la orografía, están orientadas al mar y la mayoría tienen balcones o grandes ventanales para disfrutar de las vistas al mar. Al llegar lo alto del pueblo te encontrarás con la Iglesia de San Nicolás de Bari, construida en el año 1803 en honor al patrón de los marineros.
Laguardia
Fue fundada en el siglo X como defensa del Reino de Navarra y conserva casi intacto su trazado medieval. Allí aguardan las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y la de Santa María de los Reyes cuyo pórtico fue policromado por Juan Francisco de Rivera en el XVII.
Las calles de Laguardia están repletas de espléndidos edificios medievales, renacentistas, barrocos y neoclásicos. Entre ellos, destaca la Casa de la Primicia, del siglo XIV, el edificio civil más antiguo de la villa.
El trazado medieval de las estrechas calles de Laguardia, las puertas de acceso a la villa y los restos de murallas que aún quedan te trasladarán en el tiempo, lo mismo que los restos del neolítico o de la edad del bronce que se encuentran en las cercanías y que son los más antiguos de comunidades agrícolas descubiertos en Euskadi.
Imagen: Turismo de Euskadi.