En los dos últimos años, hemos leído muchas noticias sobre los despliegues de las redes 5G y los diferentes tipos de arquitecturas que se van a utilizar para dichos despliegues y la necesidad de garantizar la seguridad de estas redes.
A diferencia de las generaciones anteriores, fundamentalmente diseñadas para la comunicación entre personas, el 5G se ha diseñado para la comunicación entre dispositivos y máquinas, por lo que será la tecnología de comunicación sobre la que se sustentarán procesos industriales, vehículos, transporte logístico de materiales, servicios sanitarios y un largo etcétera.
Una vez se despliegue el 5G, los diferentes sectores industriales lo irán utilizando gradualmente como sistema de comunicaciones para estos procesos. Claro ejemplo de ello es el proyecto 5G Euskadi, coordinado por Euskaltel, a través del cual se desplegarán 5 emplazamientos outdoor y 3 emplazamientos indoor que darán cobertura a aproximadamente 10km2 en los tres Parques Tecnológicos de Euskadi para 9 casos de uso de diversas áreas y que medirá el desempeño de la red 5G. El proyecto ‘5G Euskadi’, cofinanciado a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), reúne un consorcio de 13 entidades públicas y privadas que han unido esfuerzos con el objetivo de establecer acuerdos de colaboración que permitan desarrollar e implementar la tecnología 5G en el tejido empresarial vasco.
ZTE es el socio tecnológico responsable del despliegue y la evaluación de los elementos activos de la red 5G. La arquitectura NSA (Non-Standalone) se utilizará para probar el roaming nacional en 5G con los core existentes de los operadores (Euskaltel, Orange y MásMóvil), mientras que la arquitectura SA (Standalone) se utiliza para probar el potencial de la red 5G en los casos de uso. El uso de la arquitectura SA supondrá una revolución digital con un impacto significativo en el día a día de las personas ya que no solo permitirá mayor velocidad de descarga y una reducción de la latencia sin precedentes, sino que también da la posibilidad de que se conecten a la red muchos más dispositivos al mismo tiempo.
El despliegue de 5G se va a convertir en un sistema crítico para la sociedad y la economía de los países. Esta criticidad de las redes ha generado una extrema preocupación y se quiere garantizar su seguridad, por lo que ya ha comenzado a ser regulada por la Unión Europea con el EU Toolbox y cada país de la UE lo aplicará partiendo de este marco de trabajo como base.
El desarrollo de soluciones basadas en 5G va a permitir a las empresas que se posicionen con anticipación a la generación de nuevos negocios y, por tanto, ingresos adicionales que se prevén muy elevados.
En enero de 2021, países como China ya han anunciado que se han desplegado 700.000 nodos 5G y que a lo largo de este año se van a desplegar entre 600.000 y 1 millón de nodos adicionales. Este adelanto de China en el despliegue 5G va a permitir que las empresas de este país comiencen a crear aplicaciones y casos de uso 5G que les permitirá adelantarse a empresas de otros países en el desarrollo de la tecnología.
El resto del mundo está desplegando 5G a un ritmo mucho menor. En España, los cuatro operadores con red móvil ya han anunciado el comienzo de sus despliegues 5G y en los próximos años se espera que vayamos incrementando su capilaridad. A su vez, el Gobierno ha proporcionado subvenciones para que nuestra industria pueda anticiparse y comenzar a desarrollar casos de uso y aplicaciones 5G.
Este es el contexto en el que se desarrolla el proyecto 5G Euskadi, en el que conviven fabricantes de equipos, operadores de telecomunicaciones e industria de diferentes sectores como movilidad, energía, fabricación de componentes y sistemas de información; un claro ejemplo de colaboración entre empresas para desarrollar un proyecto de éxito en beneficio de la sociedad.